Los jugadores habían ido al campo de juego a entrenar. Sin embargo en el vestuario, tranquilo, como si el entrenamiento no hubiese empezado y sin hacer el más mínimo ruido estaba Marcelo Zalayeta. Nadie reparó en que el estaba ahí. Tito al lado del vestuario le estaba explicando a un allegado las razones por las cuales Peñarol andaba tan mal. Señaló el estacionamiento y dijo: "mira esos autos. Mira si con esas máquinas que tienen van a querer ganar". Zalayeta escuchó todo pero no hizo nada ese día.
Al otro día de entrenamiento, le pidió a su hermana un auto prestado, ya que el auto de su hermana era mucho menos ostentoso que los autos que tiene Marcelo. Al llegar al entrenamiento sus compañeros y técnico se sorprendieron por el auto que había llevado. Los jugadores preguntaron las razones y Marcelo contó la verdad. Desde ese día la situación entre el plantel y Tito Goncalvez jamás se pudo arreglar.
¿Por qué Damiani lo echó una semana antes de comenzar el campeonato?
Todo esto te lo contará sportsdomi en el siguiente artículo.
La hoguera de Tito:
Tito Goncalvez hizo lo que nadie pensaba que podía hacer. Una campaña peor que la que Diego Alonso. Simplemente pudo tapar el sol con las manos al ganar el clásico. Pero sus declaraciones, la situación complicada que tenía con el plantel, hacían todo esto insostenible.
Misa
Juan Pedro estaba en una iglesia de Punta del Este rezando. Llegó el momento de dar la paz. Allí Juan Pedro se va a dar la paz con quién se encontraba al lado. Dijo "la paz sea contigo". La persona con quién estaba al lado era Jorge Fossati. Esta persona le devolvió la paz a Damiani. Para Jorge una persona muy católica, el haber recibido la paz de Damiani, significó un hecho de reconciliación muy importante. Al salir de la misa, luego de tres aves marías y un padre nuestro, Juan Pedro selló la vinculación con Jorge, quién había anunciado años atrás que nunca iba a dirigir Peñarol mientras estuviera Juan Pedro Damiani de presidente. Pero todo esto no fue casualidad, todo esto lo armó Juan Pedro. Averiguo a qué iglesia acudía Fossati, y fue. Horas antes había recibido un llamado...
El salón del vino (horas atrás):
Juan Pedro estaba en el Conrad con su fraternal amigo Edgar Welker. En ese mismo lugar estaba el periodista deportivo Julio Ríos, quién no se pierde ninguno de estos eventos, por más que no le guste el vino. A Julio solamente le interesa formar parte del Jet Set Uruguayo.
Pero volvamos a Juan Pedro, quién recibe un llamado. Era Tito.
- Hola Tito - dice Juan Pedro.
- Hola Juan Pedro. Mire voy a ser directo. Lo llamo pues quiero desde ya dejar arreglado los premios para el plantel.
- ¿Qué premios? - preguntó Juan Pedro un tanto sorprendido.
- Los premios por ganar la Copa Libertadores. Me tengo mucha fe. Este equipo la va a ganar. Ya me veo ganando la final. Por tanto nos conviene ya arreglar los premios, para no tenerlo que hacer mientras avanzamos en el torneo.
- ¿Usted se piensa que con lo que demostró Peñarol en el Verano va a ganar la Copa?
- Sí claro que sí. Yo lo veo muy bien al equipo. Los jugadores tienen garra. Hacen cualquier cosa por Peñarol. El otro día faltó que le bajemos los pantalones a los jugadores de Nacional y nos los cojamos ahí mismo en el centenario.
- Pero... en el partido que vi perdimos 1 a 0. Además varios jugadores por los que hicimos un esfuerzo importante por tenerlos en el plantel quedaron suspendidos por dos meses.
- Bueno, pero yo le prometo que vamos a ganar la final de la copa libertadores. ¿Usted no me tiene fe?
- No - dijo Juan Pedro con gran sinceridad.
- Pero me extraña de usted Juan Pedro. Usted que quiere construir un lujoso estadio sin plata. Usted que vende butacas de un estadio que no existe. Usted ¿no cree que este plantel de Peñarol pueda ganar la libertadores?
- No mientras este usted de técnico - dijo Juan Pedro. - Y menos mal que estamos por teléfono. Pues con mi sangre italiana yo a usted ya le encajaría una piña. Retírese de Peñarol ahora mismo.
- Bueno pero usted no me puede echar así. Tiene que ir a un consejo directivo y ahí tienen que estar ellos también de acuerdo en echarme. Necesito un juicio justo.
- Usted no entiende como funcionan acá las cosas. Acá el que mando soy yo.
Juan Pedro volvió al salón del vino y le contó a Edgar lo que había pasado.
- Bien Juan Pedro, pero los del 2809 se van a poner pesados de cómo podemos echar a Tito a una semana del campeonato. Van a hablar de que sacamos a una gloria del club, etc, etc - dijo Edgar.
- Querido amigo, yo ya tengo todo pensado - dijo Juan Pedro. -Eso mismo lo tenes que decir vos. Vas a salir en todos los programas deportivos hablando mal de mí, yo hablando mal de vos y listo. Que la oposición quede entre nosotros dos. Con nuestra pelea por el caso Goncalvez, el 2809 va a tener muy pocos minutos de radio.
- Juas, esto es como el policía malo y el bueno ¿no?... sonrío Edgar. - Buenísimo, ahora necesitamos alguien que de la primicia de lo que acabamos de hacer.
- Eso ya lo tengo pensado.
- Don Julio (refiriendose a Julio Ríos), le tengo que pedir un favor. Me quede sin saldo. Me presta su celular.
- ¡Cómo no! - dijo Julio. - ¿Es para llamar a movistar no?. Pues movistar antel me sale caro. Pero ta por Antel no podían darme este lujoso equipo.
- ¿Ese Blackberry que tiene?
- Sí - dijo Julio. -No puedo creer como lo saqué tan barato. Es de los mejores. Saco este super blackberry y las mujeres se derriten. Creo que ya este año va a superar a los de la manzanita...jaja...además el teclado touch me complica usarlo. Este teclado es el mejor.
- Buenísimo Julio - dijo Juan Pedro sonriente. -Ya que está tan a tono con la tecnología, ¿me dice donde puedo abrir su twitter?
Luego de un rato Juan Pedro le devuelve el celular.
- Bueno Julio, se que se va a Fox pero no nos mate. Ya largó la gran primicia. Lo felicito
- ¿Qué primicia dice Julio?....
Horas después Julio descubrió que en su twitter había un mensaje que no había escrito él.
Lo primero que hizo fue informar por twitter que había sido un hacker hasta que horas después comprendió todo lo que había sucedido. Así que borró el mensaje del hacker y siguió su vida contento de haber dado él la primicia.
La hoguera se encendió para Tito y ardió. Mientras se quemaba las últimas palabras que dijo Tito son : ¡Qué frío que hace!!!.
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